“Gaxapos, cachapas, zapicos y canaos” Del 1 de mayo al 30 de junio
Del 1 de mayo al 30 de junio se puede visitar en el Museo Etnográfico del Oriente de Asturias la exposición temporal “Gaxapos, cachapas, zapicos y canaos.Distribución y tipología de un utensilio europeo en Asturias”.
Esta exposición está cedida por el Muséu del Pueblu d’Asturies, en ella se exponen ciento catorce gaxapos procedentes de Francia, Alemania, Suiza, Austria e Italia, Cantabria, León y sobre todo Asturias, que pertenecen a las colecciones de Alfonso Fernández Canteli y del Muséu del Pueblu d’Asturies.
La exposición está acompañada de un estudio y catálogo obra Maider Fernández Zuñiga, y de un audiovisual en el que el artesano Manuel Concha Ojeda (q.e.p.d.), de Los Caleyos (Llanes), nos muestra con gran maestría como es el proceso de fabricación de un gaxapu.
Los horario de visita al museo y exposición temporal es: de martes a sábado, de 11:00h. a 13:30h.
Con el nombre de gaxapu, cachapu, cachapa, zapicu, canao o corno se conoce en Asturias al recipiente que se emplea para transportar la piedra de afilar durante la siega, y que el segador lleva colgado del cinturón. En su interior la piedra va metida en agua, para facilitar el afilado de la hoja de la guadaña, y forrada con hierba para evitar su movimiento.
El gaxapu solo existe en Europa, y está estrechamente relacionado con la explotación de la ganadería vacuna, la necesidad de acopiar hierba para alimentar al ganado durante el invierno y el empleo de la guadaña para segar la hierba. Se utiliza en casi todo el continente, y es probable que haya aparecido en la Edad de Hierro, a la vez que la guadaña. No se conservan gaxapos antiguos y sus primeras imágenes datan de la Edad Media.
Los materiales empleados para su fabricación son la madera, el cuerno, el metal y, en los últimos años, el plástico. Entre los de madera hay diferentes tipos, que varían según el territorio. En el caso de Asturias la variedad de formas es grande. Con frecuencia están decorados con motivos geométricos y figurativos, que aparecen pintados, incisos o tallados.
La guadaña es un invento de la Edad de Hierro. Los primeros ejemplares conocidos aparecieron en Suiza, Austria y sur de Alemania, y datan de hace unos dos mil quinientos años. Austria todavía es hoy uno de los principales productores de esta herramienta.
La siega de la hierba era una de las labores más importantes del campesino asturiano, en especial en los meses de junio y julio, y en ella participaban todos los miembros de la familia, aunque la tarea de segar a guadaña era sobre todo un trabajo masculino.
Los preseos o herramientas de un segador de hierba son: la gadaña o gadañu (guadaña), el gaxapu, la piedra de afilar y los fierros de cabruñar: yuncla o incla (yunque) y martiellu (martillo), con los que se repara el corte de acero de la guadaña.
Los gaxapos los fabricaban normalmente los madreñeros, aunque también había artesanos especializados y campesinos habilidosos que los hacían para su propio uso. Las maderas más utilizadas eran abedul, arcea y castaño, y las herramientas eran las mismas que se empleaban para hacer las madreñas: hacha, taladro, azuela, rasero y cuchillo, así como, bancos para sujetar las piezas. En el documental que se proyecta en la exposición pueden verse todos los pasos que sigue Manuel Concha Ojeda, de Los Caleyos (Llanes), para fabricar un gaxapu.
El gaxapu en Europa.
En el continente europeo existe una gran diversidad de tipos de gaxapos. Entre los de madera predomina un modelo que tiene un cuerpo perfectamente cilíndrico, torneado, de gran tamaño y cuyo rasgo más característico es la forma apuntada de su base, que servía para clavar el gaxapu en el suelo cuando se cabruñaba la guadaña. Este modelo aparece desde Francia a los países del este de Europa.
Sobresalen en este continente los gaxapos en madera del área alpina de Austria, Italia, Francia, Suiza y Alemania, en especial los de la región del Tirol, que tienen una factura cuidadísima y una cierta exuberancia formal y decorativa, que son una muestra de una artesanía muy rica y desarrollada.
El gaxapu en España.
Solo existen gaxapos en la mitad norte de España, especialmente en el área de la Cordillera Cantábrica, donde predomina la ganadería vacuna. En los Pirineos casi no se conocen, porque predomina la cría de ganado ovino que no necesita acopiar hierba para su alimentación.
El tipo de gaxapu habitual en España, así como en Portugal, es el que se fabrica con un cuerno. La excepción la constituyen Asturias y Cantabria, donde abundan los gaxapos de madera y existe una gran variedad de formas y decoraciones.
El gaxapu en Asturias.
Existen cuatro grandes áreas en Asturias en las que predomina un tipo de gaxapo, que parecen guardar relación con los cuatro grupos dialectales de la lengua asturiana. En el extremo occidental es casi exclusivo el gaxapo de cuerno, por eso se le denomina a este utensilio corno; los gaxapos de este material también aparecen en otras zonas, pero más aisladamente. En el resto del territorio el gaxapo común es el de madera. Hay tres tipos preponderantes que se reparten en tres áreas geográficas, aunque a menudo aparecen mezclados y sean numerosas las variantes: gaxapos cilíndricos, gaxapos prismáticos y gaxapos planos.
La decoración de los gaxapos.
La mayoría de los gaxapos carece de decoración. Cuando esta existe, muestra motivos geométricos y figuras vegetales, y en menor medida de animales y personas, que aparecen pintados, tallados o incisos. Las ornamentaciones difieren mucho de unas áreas a otras, y las más ricas aparecen en las regiones alpinas, Cantabria y Asturias.
La decoración de los gaxapos hechos con cuernos de bóvidos tiene unas características propias, similar a la de otros instrumentos hechos con este material (cuernas para ordeñar, para pólvora, etc.) y diferente a los gaxapos de madera. Aparecen a menudo la figura humana y los nombres de los propietarios escritos con grandes letras.
En Asturias no hay una coherencia decorativa en los gaxapos de madera, que sin embargo sí se da en las madreñas. Esto es debido a que no existían artesanos especializados que hayan mantenido una continuidad en los motivos. Cada artesano tenía un estilo y unos motivos muy personales, y en consecuencia existe una gran variedad.
La variedad y belleza de estos gaxapos, y su relación con la artesanía en madera europea, donde alcanza cotas de gran perfección, justifican sobradamente su estudio, conservación y difusión, como un elemento más de nuestro patrimonio cultural común.